martes, agosto 31, 2010

Internet: una memoria infalible

Tomado de : TalCualDigital
Por: Laura Corbalán Szichman

La imposibilidad de borrar todo lo que se haya registrado en el Internet está creando dentro del campo de la tecnología una crisis individual y social de proporciones preocupantes

Al recordar todo, el Internet transforma las relaciones de verdad y mentira. El temor no siempre justificado que despiertan las fallas de la memoria, especialmente con el pasaje de los años, conduce a minimizar el hecho de que el olvido cumple una función básica en el funcionamiento de la personalidad. Descuidar ese elemento lleva a descartar las investigaciones respecto al significado subjetivo que tienen incluso en las llamadas amnesias patológicas: como por ejemplo el hecho de que en muchas de ellas a quien no se recuerda es precisamente a alguien con quien el sujeto está enojado. Jorge Luis Borges avizoró esa necesidad del olvido en su cuento “Funes el memorioso”.

El relato está centrado en Funes, un personaje que luego de haber sido derribado por un caballo queda tullido pero con una nueva y paradójica capacidad: a partir de ese momento no olvida nada ya que su memoria se ha transformado en un vaciadero de basuras.

Borges especuló que esa capacidad adquirida por el protagonista para recordar absolutamente todo –desde lo más importante hasta lo más trivial— tenía su contraparte. Posiblemente le impedía pensar ya que el pensamiento, para poder realizar abstracciones, requiere como condición el olvido de las diferencias. Para discernir la realidad y, en consecuencia vivir, es necesario poder olvidar.

Lo que Borges detalla en ese relato y que el temor al deterioro mental lleva a descartar viene a revelarlo ahora el Internet que, como todo invento humano, lleva impreso –y eso lo anticipó Sigmund Freud en su artículo sobre la pizarra mágica— la marca del cuerpo imaginario de sus creadores. La imposibilidad de borrar todo lo que se haya registrado en el Internet está creando dentro del campo de la tecnología una crisis individual y social de proporciones preocupantes.

Una vez más la anhelada perfección por la cual la tecnología parece superar al ser humano—en este caso la posibilidad de no olvidar nada—exhibe las fallas propias de lo que por estar completo queda inmovilizado, revelando que los límites de la memoria humana no constituyen un rasgo simplemente defectuoso sino una marca inherente a su subjetividad.

NI OLVIDAR, NI PERDONAR

Según un artículo aparecido en la revista de The New York Times, lo que preocupa a los investigadores es que, al no olvidar nada, la Internet impide la posibilidad de una segunda oportunidad, pues todo el pasado está registrado como una memoria externa que, no pocas veces, supera a la memoria de quien está siendo recordado.

Entre los casos que ejemplifican este mecanismo que construye prisioneros del pasado tecnológico está el de un psicoterapeuta canadiense que no pudo entrar en Estados Unidos porque el guardia de fronteras descubrió en el Internet que 30 años antes había escrito un artículo en una revista de filosofía relatando sus experiencias con el ácido lisérgico.

Atados a un pasado imborrable y público, los usuarios de la revolución tecnológica parecen ser menos libres que nunca precisamente gracias al instrumento que parecía ofrecer la posibilidad de una libertad infinitamente superior a todo lo imaginable en el pasado. Es que en esa apropiación de la identidad pública, el Internet deja poco espacio para la identidad privada.

Si nuestra actitud respecto al futuro, que por ser ideal escapa a las determinaciones cronológicas, nos permite darle un nuevo sentido al pasado y por lo tanto dejar de estar atrapados por él, el registro imborrable del Internet, altera también esa posibilidad. Como en el Panóptico nada queda velado u oculto para este gigantesco registro de información.

Lo significativo es que lo que más preocupa a los investigadores en relación a esta memoria sin fallas no se refiere a los datos falsos insertados en la red por extraños – que siempre pueden ser desafiados por medio de juicios por difamación-- sino a los que uno mismo incluyó. Señalan por consiguiente que no serían entonces las mentiras de los otros las que amenazan la reputación propia sino la imposibilidad de borrar verdades que uno mismo registró y que fueron desgastadas por el tiempo.

Obviamente queda por ver si el hecho de que los sujetos sean los autores de sus propias declaraciones necesariamente implica que no están mintiendo. Después de todo, el hombre es el único animal que puede hacer creer que miente cuando está diciendo la verdad.

De allí que resulte extraño pensar que el ser humano, que nunca es transparente para sí mismo, pueda parecerlo para los otros. Es decir no tanto lo que es verdadero sino lo que cada uno publicó como verdadero. Por lo cual el peligro residiría precisamente en que al recordar todo el Internet transforma las relaciones de verdad y mentira.

Podría pensarse que el Internet está realizando un ideal psicoanalítico en tanto éste sostiene que para no repetir errores o fallas del pasado es necesario recordar estableciendo de ese modo un lazo significativo con el presente y el futuro. Pero el olvido, ligado en la teoría freudiana a la represión, no se opone al recuerdo sino que constituye su condición: solamente puede recordarse lo olvidado.

Es un recuerdo, no obstante, que integra las diferencias sin anularlas, y supone la discriminación, por constituir el intento de recuperar un tiempo tan imperfecto como lo es el ser humano. No resulta sorprendente entonces que, según informa el artículo de The New York Times, esa imposibilidad de borrar lo que se ha insertado en el Internet ha conducido a los investigadores a buscar diferentes soluciones entre las cuales hay una que goza de la mayor popularidad : imitar las fallas de la memoria humana poniendo fechas de expiración a los datos incluidos en la red.

jueves, agosto 26, 2010

Un juego masivo bíblico se lanzará muy pronto

Tomado de : 20Minutos

The Bible Online es un nuevo juego en línea que tiene en la Biblia su principal inspiración y función, pues está destinado a enseñar lecciones sobre el mismo.

Desarrollado por FIAA en Europa, se trata de un juego masivo en línea para el navegador que entrará en fase beta el próximo 6 de septiembre, permitiendo a los jugadores probar el libro del Génesis.

Nos pondrá en el papel de Abraham y de sus descendientes, Isaac o Jacob, presentándolo como un juego de gestión y simulación en el que debemos administrar nuestros recursos para llegar finalmente a la Tierra Prometida. Los siguientes capítulos irán cubriendo las diversas historias contenidas en la Biblia.

Será un juego gratuito, sin cuotas.

domingo, agosto 15, 2010

Google desvela la solución universal al cubo de Rubik: 20 movimientos

Tomado de: 20Minutos

Solución al cubo de Rubik parecía estar en un mínimo de 18 movimientos, aunque no había certeza respecto a la cifra definitiva. Ahora, unos investigadores de la Universidad de Kent han anunciado el número "final", gracias a la ayuda de Google: 20 movimientos, ni uno más.

El profesor Davidson, responsable de la investigación, explicó que, a día de hoy, la cifra mínima de movimientos era una "creencia religiosa", puesto que nadie había podido demostrar ese tope. Por ello, decidió iniciar este proyecto con las sospechas de que cualquier jugador necesitaría al menos 21 giros de cubos interiores, según recoge Portaltic de la BBC.

Para facilitar el trabajo, Davidson y compañía decidieron dividir todas las posibilidades en 2.200 millones de grupos, cada uno con 20.000 millones de posiciones distintas. Al principio, descartaron todas aquellas opciones que podrían duplicarse y usaron también "simetría" para reducir combinaciones "similares".

Así, el equipo británico consiguió reducir las opciones iniciales hasta 56 millones de posibles combinaciones, si bien necesitaban reducir aún más esta cifra. Debido a la cantidad de tiempo que requerirían los ordenadores habituales, decidieron pedir ayuda a Google.

Google al rescate

"Todavía no sabemos qué maquinaria utilizaron", reconoció Davidson, aunque para el proceso era necesario la participación de una super computadora. Tras los resultados de Google, los investigadores se mostraron convencidos de que 20 era el 'número de Dios' ya que las opciones de solucionarlo en más movimientos "cayeron a dígitos mínimos".

"Se ha cerrado un círculo para mí, que comenzó con uno de los iconos de los años 80, el cubo de Rubik", reconoció el investigador. Los resultados iniciales de la investigación ya han sido publicados 'online' en la web http://www.cube20.org/.