Porque los hombres juran por uno mayor que ellos mismos , y para ellos un juramento dado como confirmación es el fin de toda discusión.… (Hebreos 6:16-18)
Tomado de: Muycomputer
El uso de la IA se ha disparado en los últimos años. Esta tecnología ha dejado de ser algo exclusivo de grandes empresas y profesionales, y se ha democratizado hasta tal punto que cualquiera con un PC o un dispositivo móvil puede acceder a ella.
Esto tiene un lado positivo, porque democratizar el uso de la IA se traduce en una mayor igualdad de oportunidades y en un mayor acceso a una tecnología que, al fin y al cabo, puede hacernos la vida mucho más fácil.
Sin embargo, también tiene un lado negativo, y es que puede acabar generando una gran dependencia que además puede afectar a nuestro pensamiento crítico, hasta tal punto que puede llegar a atrofiarlo. Dicho en plata, el uso de la IA puede acabar volviéndonos más tontos
.Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por investigadores de Microsoft, en colaboración con la Universidad Carnegie Mellon. Esto es lo que dice el estudio:
«Una ironía clave de la automatización es que al mecanizar las tareas rutinarias y dejar el manejo de excepciones al usuario humano, se priva a este de las oportunidades habituales de poner en práctica su juicio y fortalecer su capacidad cognitiva, lo que acaba dejándolo atrofiado y desprevenido cuando surgen las excepciones».
El problema de dejar que la IA piense por nosotros
IA pensando
Este estudio, también ha confirmado que los trabajadores que llevan tiempo utilizando IA en su puesto suelen tener dificultades para afrontar problemas que requieren el uso de su capacidad de pensamiento crítico, mientras que aquellos que no tienen esa dependencia de la IA suelen afrontar esos mismos problemas con mayor seguridad, y con más facilidad.
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